El tema toma especial importancia si entendemos que segmentos de la población, como bebés, ancianos, mujeres embarazadas y personas que sufren enfermedades autoinmunes, son especialmente vulnerables a estos riesgos de seguridad alimentaria.
La prevención de los riesgos de seguridad alimentaria es, además, una forma efectiva para proteger la buena reputación y asegurar la confianza de los consumidores. Comprender estos riesgos y sus consecuencias asociadas, reduce de forma notable el impacto negativo de un incidente, o puede incluso impedir que este ocurra, todo depende de tener claro qué es seguridad alimentaria, los aspectos que involucra y cuáles son las mejores prácticas.
¿Qué es seguridad alimentaria?
Se refiere a la integridad nutricional y buen estado de los alimentos. Se garantiza almacenándolos en buenas condiciones de temperatura, luz y humedad, siguiendo protocolos de higiene, y manteniendo los productos a salvo de cualquier exposición que pueda provocar enfermedades.
Para ser específicos, hay tres tipos de riesgos que debemos mantener bajo control para que exista seguridad alimentaria:
1. Físicos: aquellos asociados con cuerpos extraños en los alimentos, como trozos de madera, plástico y vidrios, o materiales no comestibles.
2. Químicos: sustancias que contaminan los alimentos durante la cadena de distribución. Por ejemplo: los residuos de pesticidas, productos de limpieza utilizados en bodegas de almacenamiento, mal uso de productos desinfectantes en las cocinas de restaurantes, etcétera.
3. Biológicos: peligros relacionados con la acción de bacterias, virus, parásitos, hongos y otros microorganismos. Muchas veces, estos patógenos provienen de plagas, como las palomas, que contaminan los alimentos, mesas o cubiertos con materia fecal. El control de plagas es la mejor forma de abordar este riesgo.
¿Por qué es importante la seguridad alimentaria?
Los riesgos pueden amenazar la operatividad de cualquier establecimiento donde se prepare y se sirva comida. Basta con saber que hay más de 250 enfermedades que se pueden transmitir a través de los alimentos.
Incluso si las condiciones de higiene son buenas, hay muchas amenazas adicionales en las que, como dueños o gerentes, se debe pensar. De hecho, las bacterias (los microorganismos que más afectan la inocuidad alimentaria) son capaces de duplicar su población cada 20 minutos.
Estos microorganismos habitan principalmente en la piel, heridas, saliva y/o excrementos animales. Por desgracia, muchas especies como los roedores están diseñados genéticamente para hallar puntos de ingreso cuando saben que hay agua y comida disponibles en un lugar.
Un restaurante, cafetería u hotel sin un control de plagas adecuado puede atraer plagas en poco tiempo y, si estas construyen nidos, el negocio se convertirá en una amenaza para la salud pública.
En este artículo te decimos la cómo realizar un control alimentario: Control de Calidad de Alimentos: qué es y cómo aplicarlo
La industria es la primera interesada en la seguridad alimentaria
La seguridad alimentaria va desde el autocontrol en las industrias hasta las inspecciones rutinarias por parte de los servicios oficiales. La normativa de seguridad alimentaria exige que las empresas alimentarias cumplan una serie de requisitos con el fin de garantizar que proporcionan alimentos seguros.
La seguridad alimentaria engloba las medidas y procesos que tienen las empresas para garantizar la calidad y seguridad de los alimentos. Con ello se evitan posibles defectos que pueda tener el producto. Las empresas tienen que controlar los procesos cumpliendo la normativa en las siguientes áreas:
- Seguridad: en ningún caso comercializaran alimentos que pongan en riesgo la salud de los ciudadanos.
- Responsabilidad: todas las empresas deben hacerse cargo de que lo alimentos que produzcan sean seguros en todo el proceso, de que los produzcan, transporten, almacenen o vendan.
- Trazabilidad: las empresas deben tener controlado toda la ‘vida’ del producto, deben de ser capaces de localizar a sus proveedores y clientes.
- Transparencia: si algo indicara que no son seguros, deben conformar inmediatamente a las autoridades, de no hacerlo, las responsabilidades (y multas) se incrementarán.
- Emergencia: en caso de sospechar que algún producto puede estar en mal estado, deben retirar inmediatamente del mercado alimentos que puedan no ser seguros.
- Prevención: cada alimento y empresa son diferentes y deben conocer los riesgos que pueden aparecer en los procesos de elaboración y los someterá a control.
- Cooperación: las empresas deben colaborar con las autoridades competentes en las acciones emprendidas para reducir los riesgos, ayudando a retirar los productos, proporcionado la información necesaria y respaldando a las autoridades.
La industria es la primera interesada en cumplir con estos estándares de seguridad y calidad. Para garantizar un buen producto, una buena imagen de marca y sobre todo para no causar perjuicios en sus consumidores.
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Padrón de calidad como ventaja competitiva
En el momento en que se siguen las reglas y se adquiere el padrón de calidad durante todo el proceso de fabricación, es el momento de presentarlas a los consumidores. Es decir: utilizar la seguridad alimentaria a favor de la marca.
Cada vez más, esta preocupación por lo que se vende influye en la decisión de compra del consumidor. Por eso, asegúrate de dejar claro que, de hecho, se han mejorado sus procesos con el fin de garantizar la salud de la población.
Independientemente de los procesos adoptados y el tipo de organización, la seguridad alimentaria debe ser vista como una prioridad. Por lo tanto, es fundamental conocer las leyes y crear un checklist con los puntos que se deben mejorar y controlar.
En Checklist Fácil te podemos ayudar con este proceso de análisis y estandarización. Esto se debe a que automatiza y optimiza el rendimiento en las empresas ya que somos expertos en seguridad alimentaria para todos los miembros de la cadena de suministro de alimentos mundial.
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