La norma ISO 31000 es un estándar internacional creado en 2009 que ofrece directrices esenciales para la efectiva gestión de riesgos. Su relevancia trasciende las fronteras de la industria, ya que todas las organizaciones pueden enfrentar desafíos relacionados con la seguridad, la salud y el medio ambiente.
El objetivo principal de la gestión de riesgos es la identificación y mitigación de amenazas en todas las áreas operativas, lo que contribuye a la seguridad laboral y a la protección de la vida de los trabajadores. Además, previene posibles sanciones y multas derivadas de estas situaciones.
En este contexto, es importante explorar cómo la norma ISO 31000 puede verdaderamente beneficiar a las empresas. Además, debemos analizar los cambios introducidos en la edición más reciente, publicada en 2018. Estos temas y otros serán abordados a continuación. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la ISO 31000?
La ISO 31000 es una norma desarrollada por la Organización Internacional de Normalización en 2009 con el propósito de establecer principios y requisitos para la gestión de riesgos. Su objetivo principal es facilitar a las organizaciones la realización de análisis y evaluaciones de riesgos, con un enfoque especial en la promoción de la seguridad en el entorno laboral.
Una de las diferencias fundamentales radica en que su aplicación no se limita a un segmento o sector particular, sino que aporta valor en diversas áreas, como la planificación, la gestión operativa e incluso en los procesos de comunicación, ya sea en organizaciones públicas, privadas o comunitarias.
Aunque la mayoría de las organizaciones cuentan con sus propios planes de gestión de riesgos, ISO 31000 se ha diseñado tomando como base las mejores prácticas del mercado, lo que significa que proporciona técnicas que pueden aumentar aún más la eficiencia de las acciones.
De esta manera, la norma no solo contribuye a prevenir riesgos, sino que también potencia la eficiencia operativa y la gobernanza, reduciendo al mínimo las pérdidas. Además, establece un fundamento sólido para la toma de decisiones, fomentando una gestión más proactiva.
En consecuencia, otorga a la empresa una ventaja competitiva significativa, ya que una organización con certificación ISO inspira mayor confianza en clientes, empleados y socios.
¿Cuál es el objetivo de la norma ISO 31000?
El propósito de esta regla es promover la seguridad y la salud en el entorno laboral al brindar a las empresas la capacidad de examinar y evaluar potenciales riesgos y amenazas, junto con sus causas y efectos.
Además, establece las bases para que los responsables puedan diferenciar entre lo que es aceptable, tolerable e inaceptable, lo que conduce a la toma de decisiones más acertadas.
Cuando se aplica correctamente, la ISO 31000 puede:
- Mejorar la eficiencia interna.
- Reducir al mínimo las pérdidas.
- Optimizar el rendimiento del sistema de gestión.
- Fomentar un análisis crítico y efectivo de los riesgos.
- Establecer una base sólida para la toma de decisiones.
- Mejorar el desempeño del equipo dedicado a la seguridad laboral.
- Prevenir accidentes y enfermedades ocupacionales.
Para llevar a cabo la implementación de la norma ISO 31000 de manera efectiva, la empresa debe constituir un equipo especializado en la gestión de riesgos, el cual debe tener un profundo entendimiento de la normativa y, especialmente, de las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de sus trabajadores
¿Cuál es la importancia de la evaluación de riesgos?
La norma ISO 31000 está intrínsecamente relacionada con la evaluación y gestión de riesgos, ya que todos sus principios se enfocan en ese propósito.
Sin embargo, ¿cuál es el propósito fundamental de esta actividad? En definitiva, su objetivo principal es disminuir la frecuencia de accidentes laborales y enfermedades profesionales, lo que la convierte en el cimiento de una gestión exitosa de la seguridad y la salud en el trabajo.
Cuando se realiza de manera apropiada, la evaluación de riesgos tiene la capacidad de detectar las raíces de los problemas antes de que se materialicen. Por ende, salvaguarda la vida de los empleados y fomenta el desempeño óptimo de la empresa.
En resumen, permite:
- Identificar los niveles de riesgo.
- Enumerar las prioridades de acción.
- Promover acciones preventivas y/o correctivas.
- Evaluar la efectividad de las medidas ya implementadas.
Ahora que comprendes las ventajas de la evaluación de riesgos, será más claro cómo tu empresa puede beneficiarse de la norma ISO 31000.
¿Cuáles son los beneficios clave de la ISO 31000?
Aquí te presentamos algunos de los beneficios que se derivan de la estricta adhesión a sus directrices:
- Aumenta las posibilidades de lograr tus objetivos al proporcionar un entorno seguro y saludable para los colaboradores.
- Facilita la identificación y el tratamiento de los riesgos en todos los sectores de la organización.
- Promueve una gestión proactiva en la que todos contribuyen al mantenimiento de la seguridad.
- Mejora la eficacia y eficiencia operativa.
- Optimiza el desempeño en seguridad y salud en el trabajo, así como la protección del medio ambiente.
- Facilita la asignación eficiente de recursos destinados a la gestión de riesgos.
- Mejora la prevención de pérdidas.
Además, al adoptar la norma ISO 31000, la empresa se encuentra en conformidad con otras leyes internacionales y requisitos legales.
Es crucial subrayar que la gestión de riesgos también tiene un impacto positivo en el medio ambiente. Por ejemplo, si tu empresa está gestionando residuos tóxicos, esta acción protege la salud de los empleados y disminuye los riesgos de contaminación del aire.
¿Cuáles son las diferencias en la última revisión de la norma ISO 31000?
Con el progreso tecnológico, las compañías ya no se ven expuestas únicamente a riesgos asociados al mal uso de equipos, sino que ahora también están expuestas a amenazas relacionadas con la reputación, la marca y son susceptibles a ser víctimas de ciberdelincuencia, terrorismo y ataques políticos.
Por lo tanto, en 2018, se reformuló la norma ISO 31000 con la colaboración de la Comisión de Estudio Especial de Gestión de Riesgos para ayudar a las organizaciones a abordar estos riesgos modernos. Una vez que esta versión entró en vigor, la anterior quedó obsoleta.
Esta revisión de la norma proporciona una guía más clara, breve y concisa, permitiendo a las empresas saber cómo actuar en cualquiera de las situaciones descritas y, lo que es aún mejor, tomar las mejores decisiones.
A continuación, te presentamos una breve descripción de los principales temas que aborda la nueva ISO 31000, para que puedas familiarizarte con ella. Estos incluyen:
Mayor atención al liderazgo
La norma subraya la relevancia de un liderazgo fuerte para transformar el programa de gestión de riesgos de una mera idea en acción. Los líderes deben comprometerse a garantizar una implementación integral que abarque todos los niveles de la organización.
Además, deben esforzarse por asegurar que las acciones estén en sintonía con los objetivos, la cultura y las estrategias de la organización.
Revisión de los principios de la gestión de riesgos
Este documento subraya que la gestión de riesgos es un proceso en constante evolución, lo que implica la necesidad de una revisión continua y mejoras para ajustarse a las nuevas circunstancias.
Además, la gestión de riesgos debe ser adaptada a medida. En este contexto, las medidas tomadas deben ser congruentes con la situación específica de la organización, especialmente en lo que concierne a su cultura y al tipo de amenazas que enfrenta.
Considera los riesgos en la toma de decisiones
Es fundamental que los riesgos sean una consideración constante, ya sea en reuniones o al tomar decisiones, ya que tienen un impacto directo en la productividad de la organización. Cuando los trabajadores no se sienten seguros, su rendimiento tiende a disminuir.
Por lo tanto, es crucial incorporar problemas y amenazas en la formulación de estrategias de negocio.
Resalta la importancia de una implementación efectiva
La gestión de riesgos debe llevarse a cabo de manera eficiente; de lo contrario, se convertirá en otra estrategia olvidada. De este modo, es fundamental que los gerentes adopten un enfoque proactivo, fomentando acciones con seguimiento regular.
En caso de que los responsables carezcan del conocimiento necesario para llevar a cabo la implementación, considerar la posibilidad de contratar a un consultor externo podría ser una solución viable. Este consultor estaría capacitado para brindar todas las explicaciones requeridas, allanando el camino hacia la obtención de la certificación ISO 31000 para la empresa.
Estandariza el lenguaje
La revisión del texto ha resultado en un vocabulario estandarizado con definiciones sencillas y claras. Esto posibilita que los encargados puedan aplicar las reglas de manera sencilla, mejorando la comunicación.
Previo a esta modificación, la complejidad del lenguaje dificultaba la comprensión, lo que aumentaba la probabilidad de cometer errores.
Aprovechar la información más precisa y actualizada disponible
Cada sector presenta sus propias peculiaridades en cuanto a riesgos, incluso cuando dos empresas emplean equipos idénticos. Esto se debe a que las amenazas pueden variar según el entorno y otros factores.
Por lo tanto, los responsables de la gestión de riesgos no deben limitarse a compartir datos absolutos sobre la amenaza, sino que deben evaluar el contexto, las experiencias previas y los datos internos. En conjunto, estos elementos ofrecen una visión más precisa de la situación, lo que facilita la adopción de medidas más efectivas.
¿Cómo adecuarse a las reglas de la ISO 31000?
Si deseas adaptarte a las normas de la ISO 31000, el primer paso es comprender las pautas que esta establece. Esto implica conocer sus requisitos y analizar cómo se aplican a tu empresa. Por lo tanto, recuerda que la ISO 31000 se aplica a todos los sectores, por lo que es importante discernir qué aspectos son relevantes para tu organización.
Después, llega el momento de evaluar los riesgos internos utilizando datos y hechos concretos. Esta tarea se simplifica si tu empresa dispone de un software de gestión que centraliza toda la información gerencial.
Otra fase crucial implica examinar minuciosamente los equipos, las actividades y el entorno en su totalidad. En otras palabras, es esencial crear un checklist específico para garantizar la seguridad en el lugar de trabajo.
En este momento, puedes optar por utilizar un sistema de checklists en línea. Esto le permitirá crear listas de verificación personalizadas para cada sector o actividad, así como programar las revisiones de manera sistemática. Además, puedes configurar este proceso para que se repita periódicamente y garantizar que las acciones se sigan llevando a cabo de manera adecuada.
Checklist Fácil puede ser su gran aliado para cumplir con los requisitos de la ISO 31000 y, especialmente, para asegurar una sólida gestión de riesgos. Esto se debe a que le brinda la capacidad de crear listas de verificación específicas, asignar responsables para cada área y llevar a cabo las verificaciones directamente a través de nuestra aplicación móvil.
Al centralizar los datos en un único sistema, nuestros gerentes pueden tener un control total sobre los procesos, lo que incluye la generación de informes, gráficos y otros indicadores para evaluar la eficacia de sus acciones.
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