Una auditoría operativa es una evaluación sistemática e independiente del desempeño de una organización. Tiene el objetivo de identificar oportunidades de mejora en sus procesos y operaciones. Es un análisis enfocado en cómo se están realizando las actividades de la organización y en la eficiencia y efectividad de sus operaciones.
Las empresas enfrentan diariamente desafíos diversos de innovación y tecnología, tales como cambios en la fuerza laboral y en las políticas gubernamentales. Por esa razón, las metas y objetivos corporativos son cada vez más complejos y requieren de más esfuerzo.
La auditoría operativa determina si las decisiones cumplen con los parámetros de eficiencia, productividad, rentabilidad y cumplimiento de controles internos establecidos por la empresa.
Por eso, llevar a cabo una auditoría operativa asegura de forma imparcial que las acciones a ejecutar conduzcan a objetivos y resultados rentables y reales. Podrás comprender con mayor claridad su función al terminar de leer este artículo. ¡Veamos los detalles!
Podrás leer en este artículo:
¿Qué es la auditoría operativa?
La auditoría operativa es una evaluación del desempeño de una organización, la cual se realiza con el objetivo de identificar oportunidades de mejora en sus procesos y operaciones, para determinar si se están utilizando adecuadamente los recursos y si se están logrando los objetivos de manera eficiente.
Este tipo de auditoría toma en cuenta las prácticas de gestión de la organización y va más allá del estado financiero de la misma.
El objetivo de una auditoría operativa es encontrar áreas de mejora para lograr que los procesos y operaciones de la empresa sean más productivos, eficientes y efectivos.
Beneficios de la auditoría operativa
La auditoría operativa puede proporcionar varios beneficios a una organización, por ejemplo:
Identificar áreas de mejora
Al evaluar los procesos y operaciones de una empresa a través de una auditoría operativa, uno de los principales beneficios es identificar las áreas de mejora que permitan aumentar su eficiencia, por lo que los cambios realizados deben apuntar en esa dirección para dar como resultado correcciones en las operaciones y aumento en la rentabilidad de la empresa.
A su vez, el auditor puede observar un área de la organización que funciona de manera eficiente y utilizarla de ejemplo para mejorar la eficiencia de otro equipo.
Optimización de recursos
Los resultados de una auditoría operativa también ayudan a identificar cómo se están utilizando los recursos de la organización, lo cual permite hacer ajustes para optimizar su uso y reducir gastos innecesarios.
Reducir riesgos y garantizar el cumplimiento
La auditoría operativa puede ayudar a garantizar que la empresa cumpla con las normas y leyes aplicables (como la norma ISO 9001), así como con las políticas y procedimientos internos de la organización.
Al evaluar los procesos de la empresa, también se pueden identificar riesgos y proporcionar recomendaciones para mitigarlos, ayudando a reducir la posibilidad de pérdidas financieras y daños en la reputación.
Ofrece una nueva visión
La ayuda del auditor puede ser valiosa para los directivos, ya que puede proporcionar una perspectiva fresca y nueva sobre las operaciones de la empresa.
Al no estar involucrado regularmente en los procesos, el auditor puede ofrecer información relevante que los colaboradores no alcanzan a ver. Además, al enfocarse en los objetivos comerciales, el auditor puede llevar a cabo una evaluación objetiva de los procesos, ya que no se basa en las preferencias personales.
Mejora la toma de decisiones
Una vez obtenidos los resultados de la auditoría operativa, habrá mucha información valiosa sobre el desempeño de la empresa que le servirá a los directivos para tomar decisiones basadas en los datos recopilados, logrando que dichas decisiones sean más efectivas.
5 consejos para una auditoría operativa exitosa
Para llevar a cabo una auditoría operativa exitosa en su organización, debe establecer un proceso que siga las siguientes recomendaciones:
1. Definir al auditor
Comúnmente, las compañías llevan a cabo auditorías operativas de manera interna mediante un auditor propio o un equipo encargado de gestionar este tipo de auditorías.
En la mayoría de las ocasiones, es posible que las organizaciones no cuenten con un equipo de auditoría o un auditor interno con la capacitación y la experiencia necesaria. En tales casos, lo recomendable es contratar a un especialista externo para llevar a cabo la auditoría operativa.
2. Planificar el proceso
Es necesario que el auditor se reúna con los gerentes pertinentes para planear y discutir el método de auditoría. Durante esta conversación, el auditor adquiere un entendimiento del negocio y se le comunica cualquier posible inquietud.
Además, el auditor puede identificar áreas que necesiten mejoras en los procesos, lo que le permite centrarse en estos desafíos durante la auditoría. Así mismo, determina el alcance y el cronograma de la auditoría.
Posteriormente, se pueden definir los objetivos y estrategias de la auditoría. Los objetivos pueden variar, pero deben estar alineados con las necesidades y objetivos generales de la organización, así como también pueden enfocarse en un área específica del negocio y sus procesos asociados.
3. Utilizar técnicas de muestreo adecuadas
En vista de que la auditoría operativa puede requerir la revisión de grandes cantidades de datos, utilizar técnicas de muestreo adecuadas puede ayudar a obtener resultados precisos y significativos, sin revisar manualmente cada registro.
4. Comunicar los resultados de manera efectiva
Después de realizar la auditoría, se crea un informe en el que se incluyen los descubrimientos y recomendaciones de mejora, en donde es importante que los resultados se presenten de una manera clara y fácil de entender.
Dependiendo de las recomendaciones, el auditor también puede desarrollar un plan de implementación para contribuir a que la empresa realice los cambios necesarios.
5. Realizar un seguimiento
Una vez finalizada la auditoría, es importante que el auditor coordine una reunión de seguimiento con el equipo de gestión y las personas correspondientes. Esta reunión suele llevarse a cabo unos seis meses después de la auditoría y en ella se revisan los cambios en los procesos y se evalúan los resultados obtenidos.
El desempeño obtenido es comparado con los objetivos previamente establecidos por la auditoría para determinar si se han alcanzado o si se está avanzando en su consecución.
Adaptación de los procesos de auditoría operativa a la transformación digital
La auditoría operativa se enfrenta al desafío de la transformación digital que ha tenido un gran impacto en los procesos empresariales y que tiene como objetivo hacerlos más eficientes en su adaptación a las nuevas tecnologías.
Para comprender cómo la auditoría se adapta a la transformación digital, es necesario entender que la era digital se trata de algo más que implementar herramientas tecnológicas para mejorar los procesos empresariales, ya que con ella también se busca mejorar la eficiencia de los participantes en el proceso, como colaboradores y clientes.
